MINISTERIO JOVEN

martes, 20 de mayo de 2025

¿Cómo Debería Vestirme?


¿Cómo Debería Vestirme?

Por Samuele Bacchiocchi

La mayoría de las personas sienten el deseo de vestirse de forma llamativa, adornarse con joyas costosas o usar cosméticos coloridos. Este deseo, lejos de ser nuevo, ha sido abordado a lo largo de la historia bíblica y cristiana con reiterados llamados a una vestimenta sencilla y decente.

Hoy, en un mundo donde la industria de la moda a menudo irrespeta la dignidad del cuerpo humano, la enseñanza bíblica sobre el vestir cobra una importancia renovada. A continuación, se presentan siete principios bíblicos que nos pueden guiar en la formación de una filosofía cristiana del arreglo personal.


Principio 1: La apariencia externa refleja el carácter cristiano

La ropa que usamos no solo revela nuestro estatus económico, sino también nuestros valores. La Biblia reconoce esto y utiliza tanto la vestimenta sencilla como la inmodesta como símbolos espirituales:

  • Ropa sencilla: Representa salvación, humildad y sumisión a Dios (Isaías 61:10, Apocalipsis 3:18).

  • Ropa lujosa y provocativa: Simboliza idolatría, vanidad y apostasía (Ezequiel 23:40-42, Apocalipsis 17:4-6).

"No existe una forma mejor para que su luz brille sobre los demás que su sencillez en el vestir y en su conducta."
—Elena G. de White

Nuestra apariencia es un testimonio visible del Dios a quien servimos.


Principio 2: Los adornos ostentosos revelan orgullo y vanidad

La Biblia condena el uso de joyas, cosméticos llamativos y ropa lujosa como una manifestación de orgullo. Esto se refleja en ejemplos como:

  • Las mujeres de Isaías 3, condenadas por su vanidad.

  • Jezabel (2 Reyes 9:30), símbolo de seducción y apostasía.

  • La gran ramera en Apocalipsis 17, vestida de manera lujosa para engañar a las naciones.

Pablo y Pedro enseñan que el verdadero adorno es el del espíritu manso y apacible (1 Timoteo 2:9-10; 1 Pedro 3:3-4).


Principio 3: Abandonar los ídolos externos es necesario para la renovación espiritual

Las Escrituras presentan ejemplos claros:

  • Jacob pidió a su familia abandonar los ídolos y las joyas para prepararse espiritualmente (Génesis 35:2-4).

  • Israel se despojó de sus adornos tras el pecado del becerro de oro como señal de arrepentimiento (Éxodo 33:5-6).

El desprenderse de adornos ayuda a cultivar una actitud de humildad y reconciliación con Dios.


Principio 4: Vestirse con modestia y equilibrio

Pablo usa el término kosmios (bien ordenado) para enseñar que el cristiano debe vestirse con decoro y moderación (1 Timoteo 2:9). Esto incluye:

  • Evitar tanto la ostentación como el descuido en la presentación personal.

  • Usar ropa que cubra adecuadamente el cuerpo y no estimule deseos inapropiados.

"Vestíos pulcra y atractivamente... como si supierais que el ojo del cielo está sobre vosotros."
—Elena G. de White


Principio 5: Decencia y respeto en la forma de vestir

El apóstol Pablo menciona el término aidos (decencia, reverencia) para referirse a la vestimenta adecuada (1 Timoteo 2:9).
La ropa debe demostrar respeto hacia:

  • Dios (nuestro Creador),

  • los demás (al no provocar o avergonzar),

  • y uno mismo (preservando la dignidad y la intimidad).

Una vestimenta provocativa no solo puede inducir al pecado, sino que atenta contra el vínculo íntimo en el matrimonio.


Principio 6: Sobriedad y dominio propio en el vestir

El término sōphrosynē (sobriedad) implica autocontrol en todos los aspectos, incluyendo la vestimenta.

  • El cristiano debe resistir la tentación de vestirse para llamar la atención o impresionar.

  • También debe practicar la mayordomía responsable de sus recursos, evitando gastos excesivos en ropa o cosméticos.

Una apariencia sobria comunica humildad y transformación interior.


Principio 7: Afirmar la identidad de género con la vestimenta

Deuteronomio 22:5 prohíbe que un hombre use ropa de mujer y viceversa. Esta ley protege la diferencia sagrada entre los sexos, establecida por Dios desde la creación.

Hoy más que nunca, este principio es relevante ante una cultura que busca eliminar las distinciones sexuales. Como cristianos:

  • Debemos elegir ropa que afirme nuestra identidad biológica y espiritual.

  • No se trata de estilos culturales específicos, sino de respetar las diferencias que Dios estableció.


Conclusión

La ropa no nos hace cristianos, pero sí revela quiénes somos y a quién servimos.
Seguir a Cristo en la forma de vestir significa:

  • Elegir la modestia antes que la moda,

  • Rechazar la ostentación,

  • Reflejar la pureza interna por medio de nuestra apariencia externa.

"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento..."
—Romanos 12:2

Vestirse como un verdadero cristiano requiere valor y discernimiento:
Valor para no seguir a la multitud,
y discernimiento para distinguir lo pasajero de lo eterno.
Que nuestra ropa refleje a Cristo en nosotros: el adorno más hermoso y duradero.

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Samuele Bacchiocchi (Doctor en Teología de la Ponticia Universidad de Roma) enseña teología e historia de la iglesia en la Universidad Andrews. Es autor de varios libros, como The Marriage Covenant, Wine in the Bible, The Advent Hope for Human Hopelessness y Del sábado al domingo. El segundo de estos libros fue reseñado en Diálogo 2:3.

*Todos los pasajes bíblicos son de la versión Reina Valera Revisada (1960).

Citación Recomendada

Samuele Bacchiocchi, "¿Cómo Debería Vestirme?," Diálogo 7:2 (1995): 16-18, 27

Notas y Referencias

  1. Este artículo fue adaptado de mi libro Christian Dress and Adornment (Berrien Springs, Michigan.: Biblical Perspectives, 1994). Se lo puede obtener en los SEHS de EE. UU. de N.A. o solicitarlo por correo a Biblical Perspectives, 4990 Appian Way, Berrien Springs, Michigan, 49103, EE.UU. de N.A. Su costo es US$13.00, con franqueo incluido.)
  2. William Thourlby, You Are What You Wear (New York New American Library, 1980). p. 52.
  3. Ellen White, Testimonies for the Church (Mountain View, Calif.: Pacific Press Publ. Assn., 1948), t. 3, p. 376.
  4. ____________, Conducción del niño (Asociación Publicaciones Interamericanas, 1992) p. 388.
  5. C.F. Keil y F. Delitzsch, Biblical Commentary on the Old Testament (Edinburgh: T. y T. Clark, 1873). J. Ridderbos afirma algo parecido: "Estas prohibiciones tienen el objetivo de inculcar respeto por el orden de la creación y de diferenciar los sexos y género que ese orden presenta" (Deuteronomy [Grand Rapids, Mich.: Regency Reference Library, 1984], p.135). Ver también The Interpreter's Bible (Nashville, Ten.: Abingdon, 1981), vol. 2. p. 464; The Expositor's Bible Commentary (Grand Rapids, Mich.: Zondervan, 1992), t. 3, p. 135.

 

 

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