Escrito por Richardson Hispanic SDA Church
La posición de Elena G. de White sobre la Navidad se caracterizaba por el pragmatismo y el enfoque misionero. Aunque reconocía que el 25 de diciembre no es la fecha real del nacimiento de Cristo y admitía sus orígenes paganos, aconsejaba no adoptar una postura extremista o de "criterio estrecho" ignorando el día por completo. Ella instaba a aprovechar que el mundo cristiano ya estaba enfocado en Jesús para redirigir esa atención hacia la verdadera adoración y la evangelización."Puesto que el 25 de diciembre se observa para conmemorar el nacimiento de Cristo, y puesto que por la enseñanza y el ejemplo se ha enseñado a los niños que es un día de alegría y regocijo, os resultará difícil pasar por alto esa fecha sin dedicarle cierta atención". — El Hogar Cristiano, p. 434.
Con respecto a las celebraciones y decoraciones, White no prohibía el uso del árbol de Navidad, sino que proponía cambiar su propósito. En lugar de que fuera el centro de la vanidad y el consumismo personal, sugería que las iglesias y hogares colocaran árboles para colgar en ellos ofrendas para la obra de Dios. Veía esto como una estrategia para rescatar recursos que de otro modo se gastarían en diversiones vacías, convirtiendo la tradición en un acto de benevolencia y gratitud.
"No adoptéis la postura de que el árbol de Navidad, puesto en la iglesia para distracción de los alumnos de la escuela sabática, es un pecado; porque se le puede hacer servir de gran bendición". — El Hogar Cristiano, p. 438.
Finalmente, sobre el intercambio de regalos, ella desaconsejaba la extravagancia y los gastos inútiles, pero animaba a dar obsequios significativos y útiles, especialmente a los niños, para no dejarlos sin alegría mientras el resto del mundo celebra. Recomendaba regalar literatura edificante, ropa o ayudas para el estudio de la Biblia, utilizando la ocasión para enseñar a las familias que Dios es el gran Dador y fomentar el espíritu de generosidad hacia los necesitados en lugar de la autocomplacencia.
"Está bien que nos otorguemos unos a otros pruebas de cariño y aprecio... [pero] nuestros regalos sean de tal carácter que resulten en un verdadero beneficio para quien los reciba". — El Hogar Cristiano, p. 436.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario